Burt Munro

Munro, posando con su vieja Indian Twin Scout

Regreso otra vez, y que mejor para empezar que una de las más grandes historias de superación y fuerza de voluntad (algo que me ha faltado en estos últimos meses)… Hoy vamos a hablar de Burt Munro, nacido en Invercargill, Nueva Zelanda, el 1899, que dedico su vida a mejorar de forma artesanal su vieja Motocicleta Indian Twin Scout. Munro compro la moto por la mísera cantidad de 50 libras en 1920, trabajo en ella hasta 1967, llegando a construir de forma totalmente artesanal muchas de las piezas de su Indian, pistones, cabezas de cilindros, en resumen, Munro había invertido 47 años de su vida en llegar a alcanzar su sueño de infancia, crear la motocicleta más rápida del mundo, y, por supuesto montar en ella para establecer el record mundial.

A sus 67 años, y con unas esperanzas que contrastaban con el poco entusiasmo y confianza que sentía la gente que le conocía en su sueño, decidió emprender un larguísimo viaje, desde Nueva Zelanda, hasta el estado de Utah, en América, concretamente al lago de sal de Bonneville, famoso por la “semana de la velocidad”, un evento que reúne a los fanáticos de la velocidad con un único objetivo, batir el record de velocidad.

Al llegar a Bonneville, Munro se encontró con una impresionante cantidad de barreras burocráticas. Munro no se había registrado para participar, y los comisarios consideraron que su moto no era apta para correr. Burt, al final, supero todos los importantes contratiempos, y le fue permitido correr, batiendo el record mundial de velocidad para motos con carenado de menos de 1000cc en 295,44km/h, Munro, volvió a Utah nueve años consecutivos más a Bonneville, superando cada vez su anterior record, hasta su muerte, en 1978.

Su record aún se mantiene hoy en dia.

PD: Aunque con esta historia desgarro el argumento, recomiendo encarecidamente la película Burt Munro: Un sueño, una leyenda (The world's fastest Indian) protagonizada por Anthony Hopkins y dirigida por Roger Donaldson.