El fokker d VII, para muchos el mejor caza de la primera guerra mundial.
Me aburro mucho, así que he decidido hacer 7 entradas en 7 días... las 7 entradas serán la historia de los aviones de combate caza, o fighter airplanes, desde los rudimentarios sistemas usados en la primera guerra mundial (con pilotos lanzando granadas y disparando sus fusiles desde la cabina, a los modernos cazas multi-rol con los sistemas de vuelo "fly by whire" (¿no sabéis lo que es? pues a cascarla y a esperar 7 días (no vale buscar en el google))
Los aviones de combate...
La primera guerra mundial: ( I / VII )
Situémonos, 5 de octubre de 1914, los pilotos galos Frantz y Quenaud desde su avión de reconocimiento Voisin, consiguen la primera baja aérea de la historia, al derribar un avión alemán con un fusil ametrallador de infantería. Este hecho fue unos de los revulsivos de la aviación... pero si queremos llegar realmente al origen de los cazas nos tenemos que trasladar a la creación del avión alemán Fokker E III, este avión, destaco por el simple pero importantísimo hecho de que el mismo piloto era quien disparaba, con una ametralladora que disparaba de manera sincronizada a través de las aspas del rotor... la entente, (la fuerza aérea francesa) capturo un par de Fokkers y desarrollaron los Nieuport 11.
Fue esto lo que detono la guerra aérea... la superioridad en el cielo de los fokker antes de la aparición de los cazas galos era indiscutible... no tenían ningún rival, y la RFC (la fuerza aérea británica en la primera guerra mundial) prohibió a cualquier avión salir sin una escolta de como mínimo otros tres aparatos debido al éxito del fokker.
Con la aparición de los Nieuport 11 y 17 la balanza empezaba a decantarse por hacia la entente... pero con la aparición del Albatros D III la superioridad volvió a manos de las potencias centrales, en lo que se conocería como el "abril sangriento" en 1917. Las tornas volvieron a cambiar con la aparición del Sopwith triplane, el primer triplano, que los alemanes se apresuraron en copiar con el fokker Dr.I (conocido por ser el avión preferido de Manfred von Richthofen, o como muchos le llaman... el barón rojo).
Esto no supuso ningún problema, y la entente siguió con el control aéreo. A pesar de enfrentarse al mejor caza de la guerra, el Fokker D. VII. Al final del conflicto, las potencias vencedoras encargaron Fokker D. VII para estudiar su aerodinamismo. Se obtuvieron grandes progresos en el diseño de las alas, y estas se volvieron más gruesas, permitiendo alojar el tren de aterrizaje, combustible, y armamento.